¡Muy-muy bueno, muy bueno, bueno...no tan bueno!
Uds. dirán: a este chico le dio un ataque de calificativitis; pues sí, algo así.
Los calificativos se refieren a nuestras tan mentadas vacaciones.
Muy, muy bueno el contacto con la naturaleza... ¡qué feliz fui, Santo Dio Benedetto!!!
Muy bueno el viaje y cambio de aires.
Los viejos dejaron el estrés a tal punto que no sabiendo ya que hacer con el tiempo y las circunstancias, tuvieron periodos de regresión a la infancia tan preocupantes que me asusté un poco.
Por suerte fue solo momentáneo porque tener que hacer de padre de mis papis ¡no es ningún chiste!
Buenos fueron los paseos mirando vidrieras o visitando museos ¡¿?!
¡No tan bueno fue tener que regresar a casa!
Me puse tan chinchudo que mis viejos me dejaron una tarde que haga chinches, berrinches y ¡no hinches!, porque no había forma de conformarme.
En próximas entradas les iré contando más de ellas y les prometo algunas novedosas fotografías.
¡Los veo, me ven, nos vemos!!!
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